El Volapük

Escrito por José Angel Carrera Morales (Jaca).

El Volapük fue un idioma universal ideado en 1879 (años antes que el Esperanto) por el sacerdote alemán Schleyer, con el propósito de que sirviese como lengua auxiliar universal. Parece que no tuvo demasiado éxito.La enciclopedia Durvan, entre otras cosas, dice de este idioma:La primera sugerencia sobre elaborar un idioma universal se remonta a una carta del matemático Rene Descartes (1629), pero el primer intento serio para alcanzar dicho propósito no llegó hasta  1879, cuando el sacerdote católico alemán J. M. Schleyer, que pretendía haber estudiado casi todos los sistemas lingüísticos de la tierra, ideó el Volapük. Asimismo ideó un alfabeto universal: el "Vola Lafeb".El Volapük no solo logró sumar un millón de adeptos, sino que halló numerosos imitadores que pretendieron perfeccionarlo. Conoció una fama meteórica y cayó con la misma rapidez en el olvido cuando apareció un nuevo proyecto que lo eclipsó y que aún  conserva  cierto prestigio: el Esperanto.

No creo que existan muchas cartas escritas en Volapük. Por eso me pareció interesante traerla a esta sección. Se trata de una carta circulada de Málaga a Viena, de 25 de Enero de 1888, escrita en Volapük, como puede apreciarse en el fragmento de texto que se muestra.

 

José Ángel Carrera Morales

 

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Un sobre especial

Escrito por Joan Francesc Molina Bellido (Cursus Publicus)).

Este sobre parece uno más de la prolífica correspondencia soviética de la segunda mitad del siglo XX. Hay, pero, algunos puntos que la convierten en especial: 

1.- Vemos en primer lugar la procedencia: Tallinn, capital de la entonces República Socialista Soviética de Estonia. La leyenda del matasellos está en los dos alfabetos que corresponden a las lenguas oficiales de la república: el cirílico (por el ruso) y el latino (por el estonio). El estado político de las republicas bálticas es muy conflictivo a primeros de 1991. 

2.-  Franqueo: 15 kopecks (0.15 rublos) el triple de la tarifa interna de la URSS. Esto es debido a que el 1/1/91, el Ministerio de Correos de la RSS de Estonia (en un acto de independencia, sin precedentes!), había subido unilateralmente las tarifas (políticas) para acercarlas al coste real. La reacción del Correo Soviético, fue cortar los suministros de efectos postales a Estonia. Esto tendría sus consecuencias a lo largo del año. 

3.- Tres viñetas, de distinto color, con una torre coronada por una bandera, un escudo y una fecha 24/02/1991. La misma del matasellos.Estas viñetas, de hecho distintos estadios en la elaboración de una misma, conmemoran la declaración de independencia de Estonia en 1919. Fueron emitidas, como muchas otras entre 1988 y 1993, por la Asociación Estonia para la Preservación de la Memoria Histórica (EMS en Estonio), con el fin de recordar las fechas importantes en la historia de esta república. 

4.- El remitente es Guido Pant, el autor de esta viñeta, así como de la mayoría de las emitidas por el EMS. 

5.- Las autoridades soviéticas, perseguían la circulación de las viñetas patrióticas, por lo que el Sr. Pant (que no se esconde) podría haber tenido problemas. Esto no fue así, y tenemos constancia de que dicho artista vivió para ver a su país recobrar la libertad, a finales del mismo 1991. 

La verdad es que podría extenderme mucho más, porque esta es una de las cartas con las que se inicia mi colección sobre el renacimiento del Correo de Estonia, que algunos de vosotros ya conocéis, pero creo que ya basta para acompañar la imagen, que es lo importante.

 

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Por correspondencia

Escrito por José Ramón Castán Larruy (Kfeyt).

      Me complace presentar como imagen de la semana en Afinet, una sencilla, en apariencia, tarjeta, pero que lleva aparejada una historia cuando menos sorprendente.

      Lo que relato se verá a través de Internet, y por este medio precisamente, en uno de esos ratos en los que uno se pierde en los buscadores, apareció ante mi un cuadro de imágenes entre las que me llamó la atención una. Tardé un segundo, pero mi reacción fue de ampliar la imagen. Al momento comprendí que tenía una pieza preciosa para mí. Hecho el encargo, la sorpresa fue descubrir que el vendedor era un conocido mío, coleccionista él, y buen amigo, que la obtuvo cambalacheando con otro conocido. Qué gran casualidad. La transacción pues, consistió en pasar por su casa, a unos minutos de la mía, y charlar un buen rato. Le conté algo parecido a esto:

      Es una sencilla tarjeta de reembolso de 40 pesetas, enviada por una academia de Bilbao, franqueada con 1,05 pesetas en sellos (Edifil 1052, 1049, 1062(2) y 1024). Se destina a Finestras, en Huesca, provincia que aún figuraba con el 24 como prefijo postal. Al darle la vuelta, la marca de llegada se estampa en Lérida. Y es que Finestras, está casi en el límite entre ambas provincias, y es más accesible desde la capital catalana, aunque dista de ella unos 40 kilómetros.

      Hoy Finestras es un despoblado más de esta parte de Huesca, aunque a principios de los años 50 contaba con 58 habitantes repartidos en una docena de casas, según el Nomenclátor. El destinatario, no obstante se tomó la “graciosa licencia” de domiciliarse bastante al “final” de la única calle del pueblo, en el número 111, como si de una gran avenida se tratara.

      Eran años duros todavía, y muchos jóvenes buscaban en estas enseñanzas a distancia, o “por correspondencia”, una vía de salida de un sistema económico estancado como era el rural, adquiriendo ciertos conocimientos teóricos y prácticos de un oficio, con el que buscar sustento en otras tierras. El destinatario era el tercero de seis hermanos y, a nada que se aplicara, esta formación a distancia le facilitaría el sueño anhelado. Así fue, y a los pocos años, él primero y el resto de su familia después se asentaron en una ciudad cercana. Finestras cayó en el olvido, pero la carta viajó con la maleta.

      Quizá ahora os preguntareis porqué conozco tan bien la historia alrededor de esta tarjeta. Casualmente, el destinatario era un tío mío. 

      Gracias.

      José Ramón Castán Larruy

 

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