Gracias yayo Antonio

Escrito por Carlos Udina Blecua (Tionicnac).

Son dos sellos, no pienso poner su número de catálogo ni su valor de venta. Pero fueron mis primeros sellos de colección, los que más quiero y los que mejor historia tienen.

 

¿Por qué mi abuelo Antonio dejó cientos de ellos pegados en la contraportada de varios libros de consulta? ¿Para qué? Mi abuelo era Secretario de Ayuntamiento en un pequeño pueblo de Huesca, no coleccionaba sellos, ni nada. Nunca conoceré las razones que le hicieron pegar esos cientos de sellos ahí.

 

Mi abuelo Antonio murió cuando yo tenía seis años. Recuerdo poco de él, apenas cuando nos sacaba a pasear orgulloso de la mano a mi hermano y a mí por el pueblo.

 

Pero el destino quiso que un par de años después de que él muriese, yo me entretuviera curioseando los libros y papeles que quedaban en la estantería de su pequeño despacho. Encontré esos sellos y los arranqué como pude poco a poco. Los miraba y remiraba. ¡Salía un rey! ¡Parecían muy antiguos! No se los enseñé a nadie hasta meses después, no sabía si estaba haciendo algo malo. Más de uno se rompió en el intento de despegarlos, lo reconozco.

 

Después se los enseñé a mi padre (otro día os hablo de él), no se enfadó, al contrario, le parecía curioso que yo me entretuviese con esos papelitos y me empezó a traer sellos de las cartas que llegaban a su oficina.

 

Increíblemente así comencé a coleccionar sellos. Nadie en mi familia lo hace, ni entre mis amigos, sólo yo. ¿Por qué había pegado esos sellos ahí mi abuelo? Nunca lo sabré, estoy seguro. Pero gracias yayo Antonio.

 

¿Alguien más entre vosotros empezó a coleccionar sellos de forma tan rara?

 

 

 

 

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Las mejores imagenes del año. Desmonetizado, reclamado y reexpedida (1862)

Escrito por Alfredo Miguel Martínez (hanfro).

Desde la aparición del sello en España en 1850, surge la duda de qué hacer con los sellos que año a año, perdían la validez postal. Éstos podían ser conservados o canjeados.

En algunos casos, generalmente por desconocimiento del remitente, se intentaba dar curso a cartas con sellos desmonetizados, por lo que no eran válidos y se reclamaba un sello válido, pero esto podía no ocurrir en el momento. Por lo tanto, las cartas quedaban “en espera” hasta que recibían un franqueo válido. Posteriormente, se daba curso como a cualquier otra carta.

La pieza que nos ocupa, se deposita en Zafra el 17 de Julio de 1862, apenas dos días después de que el sello perdiera su vigencia, y se tardó nueve días en volver a franquear. Así, circulando ya con franqueo válido, el 26 de Julio salió con destino Granada, llegando el día 30. Por alguna causa, el destinatario había cambiado de domicilio, por lo que fue reexpedida hasta San Sebastián, donde terminó su recorrido el día 10 de Agosto.

Esta pieza, además de circular con un sello desmonetizado y otro reclamado, ha sido reexpedida, lo que hace que aumente su interés.

 

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Ayer empezó a reír la primavera…

Escrito por Jesús Retuerto Hernández (Retu).

 

 

 

Quiero exponer esta pieza no por su (pequeño) interés filatélico sino para dar a conocer una faceta olvidada de nuestra historia (y no sólo postal): la de los campos de concentración en la guerra civil española (En este caso el del Patronato Obrero San Vicente Paúl de Bilbao; es curioso también ver cómo la Historia se reencuentra: yo estudié el Bachillerato en unas aulas que décadas anteriores habían servido de celdas de otro campo de concentración).

 

Pero lo que siempre me ha parecido de un fuerte aliento poético en esta pieza es un fragmento del texto que dice: “Ayer empezó a reir la primavera, por fin! Hoy también hace sol. En dos meses que estoy por aquí es la primera vez que veo el cielo limpio y azul”. No creo que pase de ser más que una descripción del paisaje (el claustrofóbico cielo bilbaino, cuando llueve –y puede estar haciéndolo dos meses seguidos- puede desesperar al más templado, como a este preso catalán). Ahora bien, aunque sólo sea por casualidad: ¡Qué extraordinaria metáfora forma ese “Ayer empezó a reir la primavera…” para referirse a la guerra... teniendo en cuenta que la carta está escrita el 2 de abril del 39!.