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Alejandro Magno, Buda y el arte Gandhara

Alejandro Magno, Buda y el arte Gandhara

 

El arte Gandhara floreció entre los siglos II a.C. y VI d.C. en lo que hoy es la turbulenta región a caballo de India, Pakistán y Afganistán. Tiene fuertes influencias helénicas, fruto del paso del ejército griego de Alejandro Magno por el norte de India, influencia que fue determinante en sus expresiones artísticas del budismo. De hecho, al arte Gandhara se deben las representaciones iconográficas del Buda, hasta ese momento sólo aludido por símbolos.

 

La mejor muestra del arte Gandhara es la estatua del “Buda en Ayuno” o Sakyamuni Buda, que fue hallada en Sikri, Pakistán. Está realizada en esquisto, mide 84 cm. de altura y hoy se conserva en el Museo de Lahore. Representa al Buda sentado, con las piernas cruzadas y el cuerpo abandonado en postura de extrema debilidad. Los huesos de las piernas y las costillas se dibujan grotescos por debajo de la piel que cuelga de sus hombros como tejido raído. La barba es inusual en una representación de Buda e indica completo desprecio por su condición física. La expresión de la cara muestra lo extremo de la condición del Buda: las mejillas cóncavas y los ojos hundidos contrastan con la mueca de determinación dibujada en sus labios.

 

Gusta pensar que el artista, representando de forma tan eficaz lo crudo de ese extremo ascetismo quiso dar un mensaje de rechazo hacia tales excesos. En el realismo de la pieza, y sobre todo la familiaridad con los detalles de la anatomía humana encontramos la herencia helénica del arte Gandhara, pues en el resto de la India hay una fuerte tendencia a generalizar e idealizar a los seres deificados. Los artistas de Cachemira y del norte de India continuarán en la tradición de representar versiones de un Buda emaciado, que es por lo contrario muy raro en todo el resto de Asia.

 

El Pakistan Post Office Department ha dedicado el 21 de julio de 1999 una curiosa emisión a nuestra estatua. Consta de dos sellos de 7 Rupias Pakistaníes de 33 x 41 mm., impresos en litografía en Karachi por la Pakistan Security Printing Corporation Ltd.. (tirada: 500.000 unidades), acompañada por una hoja bloque que contiene ambos sellos y una representación más grande de la misma imagen (125.000 unidades, 90 x 108 mm., facial 25 Rupias). Los dos sellos se complementan en un efecto espejo: la imagen del sello borde de hoja, con la estatua representada de frente y en la que el manto del Buda cae sobre su rodilla izquierda, corresponde a la realidad. El sello de la izquierda (imagen ligeramente de lado, manto sobre la rodilla derecha del Buda) es el reflejo de la imagen de la estatua.

 

 

La emisión constituye además un curioso ejemplo de sincretismo cultural y religioso: en el espacio de un sello encontramos elementos del Islam, por el país emisor, del Budismo por el sujeto representado, del helenismo que influenció el arte Gandhara y del cristianismo, que se ha colado en ese “A.D.”, es decir Annus Domini, a la derecha de la imagen.

 
 

Tres años más tarde, el 28 de abril de 2002, la misma estatua (esta vez en posición correcta) fue utilizada para celebrar el 50 aniversario de las relaciones entre Japón y Pakistán. La emisión consta de un solo sello (36,77*36,77 mm, perforación 14, facial 5 rupias, 500.000 unidades de tirada). Fue diseñado por Adil Salahuddin e impreso por la Pakistan Security Printing Corporation en Karachi. El sello contrapone nuestra estatua con el Amina Nyorai Buddha japonés en su clásica posición de meditación.

 

Giorgio Biscari, abril de 2005.