Historia Postal

Estudio de piezas en Historia Postal - pagina2


Después de tener presentes estos aspectos, que parece algo evidente y conocido por todos, la realidad actual a la hora de actuar por parte de un gran número de coleccionistas, es que olvidamos todo este compendio, y parece que solamente tiene interés o nos reporta suficiente información la parte frontal de las cartas.

Esta costumbre, mala costumbre apuntaría yo, de conformarnos muchas veces con visualizar únicamente los anversos de las piezas, procede inconscientemente del formato histórico con el que los catálogos de las casas de subastas tradicionales, y ahora también las nuevas modalidades de comercialización on line por parte de los vendedores en internet, nos han mostrado invariablemente sus ofertas o sus lotes en venta desde siempre.

Ese formato de imágenes o fotografías de las piezas (únicamente de los frentes o anversos de las piezas por norma general), y la particular descripción que hacen de ellas, son los únicos datos claros que dispone el coleccionista, que habitualmente no puede revisar ese material in situ, para evaluar, pujar y decidir sus compras. El hecho de encontrar en algunos de ellos, imágenes de las piezas completas (con anverso y dorso) es una rara excepción. Ya sea motivado por falta de espacio disponible, por incluir mas lotes, o por considerarse mayoritariamente aspectos prescindibles, lo cierto es que difícilmente se puede valorar visualmente la historia postal. En esos momentos faltan elementos para juzgar y muchas veces, éstos, son el secreto de que la elección sea correcta o desacertada a la hora de decidir las pujas o enviar las órdenes de compra.

A los nuevos coleccionistas que se incorporan paulatinamente al estudio y coleccionismo de la historia postal, hay que prevenirles, aconsejarles y sobre todo, educarles, en algo que según mi opinión resulta imprescindible para juzgar o evaluar correctamente las piezas postales, como es el saber buscar, discernir, observar y localizar elementos fundamentales, claves o de importancia, esos que muchas veces se han pasado por alto y que evidentemente, siguen pasando desapercibidos, pues en ellos radica muchas veces la rareza o el verdadero interés de cada pieza. Ahí, justo en esos detalles, está instalada la diferencia para dictaminar el porqué de una carta que ayer se valoró en 10, a los 4 meses, se pueda multiplicar en valor y en importancia por 5 veces, lo que provoca que su precio de mercado se incremente de forma proporcional.

Nada tiene de nuevo esa pieza, únicamente que con casi toda seguridad, alguien ha conseguido identificar un detalle, un elemento, un aspecto no referenciado antes y eso provoca que la misma pieza, pase de ser considerada como una carta corriente en el día de ayer, a una pieza singular en el día de hoy, incluso de extrema rareza o con apelativos superlativos como los de pieza única, a partir de ese mismo momento.

Ejemplos de catálogos de subastas tradicionales donde predomina al 95% la fotografía de los frentes de las piezas. Con eso ha de ser suficiente para juzgar pero, a veces, con eso solo no alcanza para valorar bien.