La originalidad en la filatelia

Escrito por Carlos Lanz Hernández-García.

El mercado de novedades filatélicas no augura un futuro muy halagüeño. Internet puso la zancadilla al correo postal haciendo de nuestros sufridos y aguerridos carteros simples porteadores de paquetería, ya no son mensajeros de noticias, la inmediatez de internet ha matado el glamour de la carta.

 

El mercado de novedades filatélicas no augura un futuro muy halagüeño. Internet puso la zancadilla al correo postal haciendo de nuestros sufridos y aguerridos carteros simples porteadores de paquetería, ya no son mensajeros de noticias, la inmediatez de internet ha matado el glamour de la carta.

Ante esta debacle en el consumo de sellos, los servicios filatélicos se ponen “las pilas” inventan todo tipo de variedades, al principio de la caída del mercado nos llenaron de hojitas bloque, después continuaron con las bandeletas y para finalizar se ha empezado a poner de moda hacer sellos con materiales distintos al papel, tenemos todos los materiales, corcho, plástico, vinilo, metal, etc..

Este que muestro es un sello con un bordado, pertenece a la emisión de Italia de 2004 ha aparecido en uno de esos lotes que compras nunca se sabe muy bien porque: “caja con clasificadores de sellos europeos todas las épocas”. Siempre buscando el cojo chollo que nunca aparece. El caso es que me ha parecido curioso y me he animado a escribir un rato sobre este tipo de sellos y me hago las siguientes pregunta ¿Esto fomenta la filatelia?, si se usa y se lava ¿encoje , destiñe? ¿Cómo se cortan los pliegos si no tienes a mano tijeras? No sé, me hago un lío. Si se lo enseño hace 20 años a mi madre enseguida lo guarda para un parche de los vaqueros.

Os muestro el ejemplar que como otras veces será donado a las subastas solidarias.

Empiezo a pensar no ya en el futuro del correo postal sino en el de los servicios filatélicos y sus diseñadores.

 

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