Desde el siglo X ya existían, en las órdenes monásticas, formularios de correo, la reforma de Cluny favoreció una posición entre los monasterios. Muy temprano también, las universidades implementaron un servicio de mensajería para la transmisión de conocimientos y el intercambio entre estudiantes de todo el mundo.

Estas organizaciones parecen haber trabajado hasta el siglo XVI, en que se desarrolló el mensajero real.

La distribución del correo toma su esplendor en el siglo XIX, y en la década de 1920 se crean las primeras líneas aéreas dedicadas al correo. Pero siempre existió la imagen del cartero para distribuir el correo, visitando a individuos aislados, y creando un vínculo social final hasta en los campos mas desiertos.

El libro te llevará al descubrimiento de este mundo intrépido de la distribución del correo desde la Edad Media hasta nuestros días.

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