Las mejores piezas del curso 2005-2006Primer puesto: Correo de campaña de la División Azul

En la noche de 21 al 22 de junio de 1941 las tropas alemanas cruzaron el Niemen y atacaron a Rusia, a pesar del pacto de no agresión firmado. Hitler quiso dar a la invasión de la URSS el carácter de cruzada anti-comunista y gestionó el envio de "voluntarios" con diversos gobiernos europeos. España envió a 60000 al mando de Muñoz Grandes, sustituido despues por el General Esteban Infante; vestían uniforme alemán, con camisa azul y un escudo de España en la manga (de aquí el sobrenombre).


Fueron destinados al frente septentrional donde combatieron con gran heroismo y bravura, especialmente en KrassyBor. En febrero sufrieron 4000 bajas, pero mantuvieron sus posiciones. Allí se encontraba el destinatario de la carta.


El correo para la división se entregaba en los Gobiernos militares, sin más dirección que el grado, nombre y número de destinatario. De allí pasaban a la dirección general de seguridad para su censura (había muchos "voluntarios" que se habían apuntado para evitar un consejo de guerra), y eran enviadas al correo militar alemán, para su distribución.


A pesar de su "eficiencia" esta carta salió de Málaga el 14 de octubre de 1942, pasó por dos censuras españolas y cinco alemanas, según acreditan los sellos y marcas y fue devuelta sin haber encontrado al destinatario (estaba vivo). Un fallo del "eficiente" correo alemán.


La división sufrió 12.726 bajas en 18 meses (3934 muertos, 8466 heridos y 326 desaparecidos) según Esteban Infantes.

De la colección de Jesús Rodríguez Casals (Jeroca).

Las mejores piezas del curso 2005-2006Segundo Puesto: Historia de Adela.

Circula por Burriana una historia avalada por sesudos estudios, basados en testimonios de nuestros mayores sobre una bellísima mujer que, si bien era de modesta extracción social, supo ganarse con su simpatía, cultura y cautivadores ojos, el amor de todo un rey.

Como todos sabemos, Don Alfonso XII fue proclamado Rey de España en Sagunto, a la sombra de un algarrobo, por el General Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874, si bien, procedente de Marsella, arribó al puerto de Valencia en el vapor Navas de Tolosa, el siguiente día 11 de enero, de donde se dirigió a Madrid para tomar posesión del trono.

Su reinado estuvo marcado por el desarrollo del ferrocarril como principal medio de transporte terrestre, el cual fue utilizado como uno de los más importantes vehículos a través de los cuales la monarquía se relacionaba con sus súbditos, mediante unos viajes en los que el tren del soberano paraba en todas las estaciones, hallándose esperándole para recibirle la población entera, con sus fuerzas vivas a la cabeza.

En uno de aquellos viajes, precisamente cerca de Sagunto, en la estación Burriana-Alquerías del Niño Perdido, tuvo el ilustre pasajero que pernoctar, bien por lo tardío de la hora, bien por alguna avería o por cualquier otra contingencia, que en ello los tratadistas no se ponen de acuerdo.

Fue entonces cuando conoció a la bella Adela, hija del guardabarreras del paso a nivel que separaba las dos poblaciones a que hacía alusión la denominación de la estación de ferrocarril, quedando Don Alfonso prendado de la fémina por su belleza y demás cualidades.

Aquella noche la primera de una larga y apasionada relación morganática, que pasó, tanto por la ida de Adela a la corte, como por el posterior drástico alejamiento de la amante real, ante el escándalo que provocó. Para mayor escarnio, se dice que incluso fumaba puros habanos en la propia Opera Real, lo que hizo totalmente insoportable la vida en la corte.

Fue devuelta a sus orígenes, si bien, con una saneada asignación que le permitió vivir como una verdadera princesa el resto de sus días.

La historia carecería de trascendencia si no fuera porque en el momento de su expulsión de la Corte, Adelita se encontraba embarazada y el Rey murió pocos días después, el 25 de noviembre de 1885, hallándose su esposa, Dª Mª Cristina de Habsburgo-Lorena, también en cinta.

La temprana muerte del rey, a los 28 años de edad, la traumática deposición de su madre, Isabel II, todavía fresca en el recuerdo de la ciudadanía, la escasa duración de la recién inaugurada Restauración y, sobre todo, la constatación en aquel momento de que ni la Monarquía, ni los Borbones tenían recambio para España, obligó al Presidente del Gobierno, Cánovas, a asegurarse de que, no sólo la Reina diera a luz, sino que el bebé fuera varón.

¿Cuál fue la solución?..... Llamar a la corte de nuevo a Adelita, cuya preñez se desarrollaba plácidamente a la par que la de la reina viuda. La jóven volvió a Burriana con una niña que también se llamó Adela y que vivió como una gran señora, igual que su madre. La reina Regente, Maria Cristina tuvo un varón.

¿Hubo o no hubo cambiazo?.

Hay toda una larga bibliografía que buceando en la conducta posterior de los principales intervinientes de la historia, intenta justificar el cambiazo y en consecuencia, que A. XIII era en realidad un señor de Burriana, pero eso es ya otra historia.

Burriana fue declarada Ciudad por la Reina Regente en 1903 y Don Alfonso XIII, en todo su reinado nunca nos visitó ….. oficialmente.

La carta se encuentra franqueada con un sello de Alfonso XII, de 25 céntimos azul grisáceo de la emisión de 1 de mayo de 1879, cancelado con un matasello octogonal del Ferrocarril Ambulante Descendente Valencia-Barcelona en fecha 22 de junio de 1886.

Sabemos que la carta fue cursada en Burriana, porque lleva impreso el sello comercial ALMELA Y MARÍN BURRIANA, con fecha 21 de junio.

La pieza resume muy brevemente, o es símbolo de aquel idilio real adúltero, pues aparece la efligie del monarca cancelada con la marca ferroviaria que muestra el origen de su amada por vía paterna, y el lugar en donde se produjo el encuentro, la estación de ferrocarril de Burriana, viene constatado por dicha marca comercial.

Tiene además una curiosidad totalmente ajena a la historia pasional relatada, que es que sigue la conocidísima ruta Burriana-París-Londres, a donde llegó el 25 de junio de 1886, según consta en el reverso.

¿A caso no es la Filatelia una fuerza evocadora de un pasado que sólo permanece dentro de nosotros mismos?

De la colección de Serafín Ríos

Las mejores piezas del curso 2005-2006Tercer puesto: Correo Certificado del Siglo XIX.

Certificado de Sevilla a Madrid, con la marca “CERTIFón. A SEVILLA Sº…5 de Sept. 1837” y SEVILLA FRANCA, ambas en rojo.

Número de nacido 2, toma de razón “C6” (Córdoba el dia 6) y recepción el día 12 con registro nº 38.

Al dorso “Recibí y firma”.

Es el más antiguo Certificado conocido de Sevilla.

De la colección de Mario Mirmán

Cuarto puesto: Los matasellos sobre el 6 cuartos de 1850.

Si hubiese que escoger un solo sello español como el más significativo de la filatelia española, llegariamos sin duda a otorgar este título al 6 cuartos de 1850.

No se trata únicamente del primer sello emitido por España. Una cierta aura mística rodea a este sello, y no hay subasta de cierta calidad que no incorpore algunas piezas para los apasionados del 6 cuartos.

Más allá de los huecos prefabricados de los albunes comerciales, más allá incluso de los dos tipos de grabado y de las reconstrucciones de los bloques reporte, se halla el coleccionismo de los matasellos sobre el 6 cuartos.

La falta de predisposiciones legales referentes al uso de matasellos durante los primeros meses de circulación de la emisión permitió que se usara prácticamente cualquier marca que se disponía, resultando en una verdadera orgía de marcas, colores y combinaciones.

Las distintas marcas se pueden clasificar en matasellos de uso general (fechadores y arañas), provisionales y de ensayo (generalmente mudos), marcas prefilatélicas de origen, marcas de franquicia, de portes pagados, de abono y signos de porteo.

Intentar reunir una colección exhaustiva de estos matasellos puede ser la labor de toda una vida de coleccionismo. Aun así, no es difícil reunir una muestra representativa de piezas, que sin duda enriquecerán cualquier colección de sellos de España.

Como ejemplo de este tipo de coleccionismo se muestra un 6 cuartos tipo 1 (T y O separadas), matasellado con fechador baeza de enero de 1850 y marca "A" de abono, ambas de Salamanca y en tinta roja. Se conocen entre 25 y 50 piezas con este matasellos.

De la colección de Mónica Rey Paredes (Leborín).