Arístides de Artiñano y Zuricalday, Director de las comunicaciones Carlistas.

Escrito por José Ignacio Ortega Villar.

Nació en Bilbao el 31 de Agosto de 1840; estudió las primeras letras en Oquendo; la segunda enseñanza en el Instituto de Bilbao y siguió la carrera en las Universidades de Valladolid, Madrid y Sevilla alcanzando la investidura en Derecho Administrativo en la capital de Andalucía, en el mes de Junio de 1862, a los 21 años. En 1863 obtuvo el título de Licenciado en Derecho Civil y Canónico, figurando como socio numerario de la Academia Sevillana de Jurisprudencia y Legislación antes del término de sus estudios.

En aquel período de disturbios y pronunciamientos militares surgió Artíñano a la vida pública. Inteligente, fogoso, fecundo periodista, luchador incansable, fue un enamorado del pasado en sus tres manifestaciones: la tradición en el orden político; el régimen foral intangible y la Unidad católica y el Syllabus en materia religiosas, principios profesados como verdaderos dogmas con fe ardorosa e inquebrantable.

El primer trabajo literario debido a la pluma de Artíñano lo publicó el periódico El Eco Vascongado, en 1860, cuando el autor cumplía los 20 años. [También colaboró con el periódico bilbaíno Euskalduna y la Revista Sevillana con artículos de temas diversos: históricos, teatrales, legislativos y políticos; señalándose como fervoroso defensor de los Fueros vascos.]

[En 1866 fue nombrado Correspondiente de la Real Academia de la Historia]

[La Revolución de Septiembre de 1868 y] La vacante del Trono despertó grandes esperanzas en los partidarios del Antiguo Régimen y comenzó bien pronto la conspiración a favor de Carlos VII. Como es consiguiente se exacerbó la campaña de la prensa periodística y el folleto titulado La Causa Bascongada ante la Revolución Española, fue motivo para que se declarase cesante a Artíñano en el año 1869 en el cargo de Oficial primero de la Diputación [de Vizcaya].

Al renovarse las Juntas [Generales del Señorío de Vizcaya], en la sesión del 16 de Julio de 1870, fueron elegidos Diputados primeros D. Pedro María Piñera y D. Faustino de Urquizu [ambos conspicuos carlistas]. Por aquella época se habían levantado en Vizcaya algunas partidas carlistas y como se ausentasen de Bilbao los referidos Diputados los destituyó el Corregidor nombrando en su lugar, el 1º de Septiembre inmediato, “a causa de los acontecimientos políticos a D. Eduardo Vitoria de Lecea y D. José Mª de Murga”.

Con tal motivo redactó Artíñano la “Demanda de incompetencia ante el Juzgado de primera Instancia de Bilbao para patentizar la ilegalidad con que funcionan los Consejos de Guerra en la causa instruida contra D. Pedro Mª de Piñera , Diputado General del Señorío” y con fecha 6 de Septiembre redactó en Orozco el folleto Vindicación del referido Diputado. Aunque tubo el autor que expatriarse a Bayona, no dejó por esto reposo a la pluma, enviando desde allí al periódico La Esperanza, de Madrid y a La Buena Causa, de Vitoria, numerosos artículos de propaganda como fruto de su extraordinaria labor periodística en el año 1871 y los primeros meses de 1872.

Iniciándose en el mes de Abril del referido año 1872 otro levantamiento carlista más serio que el de 1870, desempeñó el cargo de Secretario de la Diputación a Guerra [carlista].Esta campaña fue de corta duración, puesto que terminó el 30 de Mayo inmediato con el Convenio de Amorebieta, pactado con el Duque de la Torre. Para explicar aquellos sucesos publicó Artíñano en Sevilla, en el mes de Junio inmediato, el libro titulado El Alzamiento del Señorío de Vizcaya de 1872, en cuyo Prólogo, escrito con amargura, habla de los sufrimientos y torturas que pasó en la prisión, haciéndose además eco de las graves disensiones que minaban a los partidarios del Pretendiente. Afirmó también su alejamiento, por entonces, de las luchas activas de la política.

No obstante estos propósitos, cuando en 1873 se proclamó la República, se lanzó de nuevo al campo nuestro biografiado, en donde desempeñó el cargo de Director de Comunicaciones del Señorío de Vizcaya. Redactó las Bases para la organización de los Tercios; el Reglamento del servicio de Telégrafos y algunos otros; el mensaje a D. Carlos, varias proclamas y alocuciones y preparó el Ceremonial para la Jura de los Fueros por el Pretendiente, celebrada en Guernica el 28 de Junio de 1875.

[Es en estos años cuando toma parte decisiva en la organización de las comunicaciones carlistas: correo y telégrafos.]

El completo fracaso de sus ideales con la derrota de las huestes del Pretendiente en la primavera de 1876, produjo el consiguiente aplanamiento en D. Arístides de Artíñano. Estuvo primero expatriado en Francia; se trasladó después a Madrid, alcanzando el importante cargo de Secretario general del Banco Hispano-Colonial, domiciliado en Barcelona.

Permaneció también durante algún tiempo alejado de las tares de la prensa, pero si sus ideales tradicionalistas quedaron sepultados en el olvido, mantuvo siempre el culto fervoroso de la Religión y de los Fueros.

Desde 1881 a 1886 fue Secretario interino de la Compañía de Tabacos de Filipinas, e intervino en la fundación de la Compañía Trasatlántica.

Colaboró con gran asiduidad en El Consultor Financiero. En 1885 dedicó las veladas del invierno a escribir su obra de mayor alcance, titulada El Señorío de Vizcaya, Histórico y Foral. En el año siguiente alcanzó el premio en las Fiestas Euskaras de Durango con su Proyecto de Academia Vascongada de San Ignacio de Loyola; escribió el folleto titulado El Iltmo. Sr. Fray Valentín de Berrio-ochoa, Obispo de Centuria, Vicario Apostólico de Tonkin, y publicaba al propio tiempo varios artículos en el diario [tradicionalista] La Fe, de Madrid.

[Durante sus años de residencia en Barcelona ocupó cargos relevantes en diversas Instituciones y Sociedades de carácter económico, religioso, cultural y legislativo.]

Desde 1888 se observa en nuestro biografiado una dirección cada vez más acentuada hacia la vida ascética y espiritual, relevándose su sentido en las nuevas producciones. [Comienza entonces la publicación de una serie de libros de temas marianos, con especial dedicación a las Vírgenes de Begoña, Orduña y La Merced. También, será cronista de la Peregrinación Española a Roma de 1902.]

En 1906, cuando cumplía los 66 años, solicita la jubilación que le fue concedida por el Banco Hispano-Colonial. Regresó a la tierra natal, al país de sus amores, a disfrutar de un plácido descanso.

[En los años de su retiro, participó activamente en la vida cultural y religiosa de Vizcaya. No rehuyó la confrontación política en defensa de los Fueros, siempre que fue requerido para ello, tanto en la prensa como en las Juntas de Vizcaya.]

[Falleció el 12 de Diciembre de 1911]

Hasta aquí la Biografía de D. Arístides de Artíñano, que he extractado literalmente de la Necrológica publicada por D. Pablo de Alzola en 1912. Entre corchetes se encuentran mis aportaciones.

José Ignacio Ortega Villar

Las mejores piezas del curso 2005-2006

Escrito por Jesús Rodríguez Casals.

Las mejores piezas del curso 2005-2006Primer puesto: Correo de campaña de la División Azul

En la noche de 21 al 22 de junio de 1941 las tropas alemanas cruzaron el Niemen y atacaron a Rusia, a pesar del pacto de no agresión firmado. Hitler quiso dar a la invasión de la URSS el carácter de cruzada anti-comunista y gestionó el envio de "voluntarios" con diversos gobiernos europeos. España envió a 60000 al mando de Muñoz Grandes, sustituido despues por el General Esteban Infante; vestían uniforme alemán, con camisa azul y un escudo de España en la manga (de aquí el sobrenombre).


Fueron destinados al frente septentrional donde combatieron con gran heroismo y bravura, especialmente en KrassyBor. En febrero sufrieron 4000 bajas, pero mantuvieron sus posiciones. Allí se encontraba el destinatario de la carta.


El correo para la división se entregaba en los Gobiernos militares, sin más dirección que el grado, nombre y número de destinatario. De allí pasaban a la dirección general de seguridad para su censura (había muchos "voluntarios" que se habían apuntado para evitar un consejo de guerra), y eran enviadas al correo militar alemán, para su distribución.


A pesar de su "eficiencia" esta carta salió de Málaga el 14 de octubre de 1942, pasó por dos censuras españolas y cinco alemanas, según acreditan los sellos y marcas y fue devuelta sin haber encontrado al destinatario (estaba vivo). Un fallo del "eficiente" correo alemán.


La división sufrió 12.726 bajas en 18 meses (3934 muertos, 8466 heridos y 326 desaparecidos) según Esteban Infantes.

De la colección de Jesús Rodríguez Casals (Jeroca).

Las mejores piezas del curso 2005-2006

Escrito por Serafín Rios.

Las mejores piezas del curso 2005-2006Segundo Puesto: Historia de Adela.

Circula por Burriana una historia avalada por sesudos estudios, basados en testimonios de nuestros mayores sobre una bellísima mujer que, si bien era de modesta extracción social, supo ganarse con su simpatía, cultura y cautivadores ojos, el amor de todo un rey.

Como todos sabemos, Don Alfonso XII fue proclamado Rey de España en Sagunto, a la sombra de un algarrobo, por el General Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874, si bien, procedente de Marsella, arribó al puerto de Valencia en el vapor Navas de Tolosa, el siguiente día 11 de enero, de donde se dirigió a Madrid para tomar posesión del trono.

Su reinado estuvo marcado por el desarrollo del ferrocarril como principal medio de transporte terrestre, el cual fue utilizado como uno de los más importantes vehículos a través de los cuales la monarquía se relacionaba con sus súbditos, mediante unos viajes en los que el tren del soberano paraba en todas las estaciones, hallándose esperándole para recibirle la población entera, con sus fuerzas vivas a la cabeza.

En uno de aquellos viajes, precisamente cerca de Sagunto, en la estación Burriana-Alquerías del Niño Perdido, tuvo el ilustre pasajero que pernoctar, bien por lo tardío de la hora, bien por alguna avería o por cualquier otra contingencia, que en ello los tratadistas no se ponen de acuerdo.

Fue entonces cuando conoció a la bella Adela, hija del guardabarreras del paso a nivel que separaba las dos poblaciones a que hacía alusión la denominación de la estación de ferrocarril, quedando Don Alfonso prendado de la fémina por su belleza y demás cualidades.

Aquella noche la primera de una larga y apasionada relación morganática, que pasó, tanto por la ida de Adela a la corte, como por el posterior drástico alejamiento de la amante real, ante el escándalo que provocó. Para mayor escarnio, se dice que incluso fumaba puros habanos en la propia Opera Real, lo que hizo totalmente insoportable la vida en la corte.

Fue devuelta a sus orígenes, si bien, con una saneada asignación que le permitió vivir como una verdadera princesa el resto de sus días.

La historia carecería de trascendencia si no fuera porque en el momento de su expulsión de la Corte, Adelita se encontraba embarazada y el Rey murió pocos días después, el 25 de noviembre de 1885, hallándose su esposa, Dª Mª Cristina de Habsburgo-Lorena, también en cinta.

La temprana muerte del rey, a los 28 años de edad, la traumática deposición de su madre, Isabel II, todavía fresca en el recuerdo de la ciudadanía, la escasa duración de la recién inaugurada Restauración y, sobre todo, la constatación en aquel momento de que ni la Monarquía, ni los Borbones tenían recambio para España, obligó al Presidente del Gobierno, Cánovas, a asegurarse de que, no sólo la Reina diera a luz, sino que el bebé fuera varón.

¿Cuál fue la solución?..... Llamar a la corte de nuevo a Adelita, cuya preñez se desarrollaba plácidamente a la par que la de la reina viuda. La jóven volvió a Burriana con una niña que también se llamó Adela y que vivió como una gran señora, igual que su madre. La reina Regente, Maria Cristina tuvo un varón.

¿Hubo o no hubo cambiazo?.

Hay toda una larga bibliografía que buceando en la conducta posterior de los principales intervinientes de la historia, intenta justificar el cambiazo y en consecuencia, que A. XIII era en realidad un señor de Burriana, pero eso es ya otra historia.

Burriana fue declarada Ciudad por la Reina Regente en 1903 y Don Alfonso XIII, en todo su reinado nunca nos visitó ….. oficialmente.

La carta se encuentra franqueada con un sello de Alfonso XII, de 25 céntimos azul grisáceo de la emisión de 1 de mayo de 1879, cancelado con un matasello octogonal del Ferrocarril Ambulante Descendente Valencia-Barcelona en fecha 22 de junio de 1886.

Sabemos que la carta fue cursada en Burriana, porque lleva impreso el sello comercial ALMELA Y MARÍN BURRIANA, con fecha 21 de junio.

La pieza resume muy brevemente, o es símbolo de aquel idilio real adúltero, pues aparece la efligie del monarca cancelada con la marca ferroviaria que muestra el origen de su amada por vía paterna, y el lugar en donde se produjo el encuentro, la estación de ferrocarril de Burriana, viene constatado por dicha marca comercial.

Tiene además una curiosidad totalmente ajena a la historia pasional relatada, que es que sigue la conocidísima ruta Burriana-París-Londres, a donde llegó el 25 de junio de 1886, según consta en el reverso.

¿A caso no es la Filatelia una fuerza evocadora de un pasado que sólo permanece dentro de nosotros mismos?

De la colección de Serafín Ríos