El valor de franqueo ''cero'' en mecanotelia

Escrito por Víctor M. Lacarta.

En su reglamento, la Federación Internacional de Filatelia prohibe el uso de los franqueos mecánicos con valor de franqueo ''cero''. Tomando la parte por el todo, mete a todos en el mismo saco y considera estampaciones ''de favor'' todas las improntas que puedan presentarse con este valor. Esa regla no me parece en absoluto razonable ni justa.

Son numerosos los supuestos en que el franqueo ''cero'' es perfectamente explicable y válido. Vamos a ver algunas:

1. Pruebas de máquina.
Son las estampaciones que el fabricante o el distribuidor de la máquina hacen en una cartulina (con o sin membretes), bien sea en la propia distribuidora o una vez instalada la máquina en las oficinas del cliente que la ha comprado. Estas pruebas se hacen para comprobar el buen funcionamiento general de la máquina, especialmente la óptima estampación de la impronta. Naturalmente, estas pruebas se hacen con valor ''cero''.

2. Error de franqueo.
Será el caso (nada raro) que el operario que maneja la máquina se equivoque al franquear una carta y estampe un franqueo ''cero'' y luego el error sea corregido, normalmente en la propia oficina de correos, añadiendo los sellos correspondientes por la tarifa que corresponda al envío.

3. Error de fecha.
Cuando el operario de la máquina no pone al día el bloque fechador de la máquina y en la impronta figura una fecha varios días anterior a la real del envío. En algunos países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra, Correos obliga al usuario a llevarse de nuevo esas cartas a su domicilio y volver a pasarlas por la máquina con la fecha correcta y con valor ''cero'', ya que estaba franqueada correctamente. Este tipo de error me gusta especialmente.

Muestro aquí un ejemplo del primer supuesto. Se trata de una prueba de la máquina Hasler matrícula 1410, propiedad de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (parte superior de la imagen) y una carta regularmente circulada franqueada con esa misma máquina.

Victor M. Lacarta

Correo español de Tánger

Escrito por Pedro Javier Cano Romero.

Carta circulada desde Tánger hasta la ciudad austriaca de Linz el 1 de Octubre de 1907. Lleva como franqueo tres sellos de la emisión española del tipo “cadete” de 5, 10 y 25 céntimos de peseta (40 céntimos en total), habilitados para su uso por el Correo Español en Marruecos. Lleva Fechador de salida de la estafeta de Tánger y en el reverso la llegada a Linz el día 7 de octubre.

Según la circular que publica la dirección General de Correos el 26 de agosto de 1907, la tarifa para correspondencia al extranjero, pasa de ser 25 cts. por cada 30 grs. más 15 cts. por cada sucesiva fracción de 30 grs. a ser ahora de 25 cts. por cada 20 grs. más 15 cts. por cada fracción de 20 grs. Siendo la entrada en vigor de la mencionada tarifa el 1 de Octubre de 1907 con lo que estaríamos ante una carta con un primer uso de tarifa.

Hasta la introducción de estos sellos habilitados, las estafetas del Correo Español en Marruecos, estuvieron usando los sellos españoles sin habilitar siendo esta emisión del “cadete” la primera en serlo en 1903; aunque se admitía con normalidad los sellos de España inclusive circulando franqueos mixtos con sellos de ambas procedencias.

Parafraseando al genial Cervantes, “No se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años”......  y es que esta carta, la cual fue una de mis primeras adquisiciones cuando comencé la colección sobre el Correo Español en Marruecos, me llamó la atención por el bonito franqueo tricolor, así como la curiosa disposición de los sellos en el ángulo inferior izquierdo e invertidos; el estudio de la tarifa vino mucho después, no dejando de ser una prueba más de lo que nos queda por aprender y las satisfacciones que nos puede dar el estudio.

Pedro Javier Cano Romero

El timo del entierro

Escrito por José Mª Hernández Ramos.

Carta-Sobrescrito de Ceuta a La Bisbal (Gerona), con fechador baeza de Ceuta (8?.JUL.1854) y sin signos de porteo aparentes. Al reverso, fechador baeza de llegada a La Bisbal (23?.JUL.1854)

La importancia de la pieza postal traída en esta ocasión no lo es tanto por el continente sino por el contenido de la misma, que nos ilustra sobre la picaresca y el uso del correo para la realización de estafas desde un penal, en este caso El Hacho de Ceuta. Para un mejor conocimiento del tema es necesario consultar el magnífico artículo de Eduardo Martín Pérez “El Presidio de Ceuta: El Correo de los Confinados”, publicado en El Correo del Estrecho nº 12 (1997), boletín de la Agrupación Filatélica de Ceuta. Y dado que nadie mejor que él podría ilustrarnos sobre tal hecho, transcribo a continuación parte del artículo dedicada a esta clase de timo:

Juan José Relosillas en su obra “Catorce meses en Ceuta”, que efectivamente los pasó como Ayudante Primero del Penal entre los años 1873 y 1874, nos dice: “El “entierro” consiste en suponer que hay un tesoro escondido en cualquier parte, y que buena porción de ese tesoro se entregará al que facilite determinada suma que se necesita para desenterrarlo.” Así, el penado escribe a una persona de la que tenga referencias por sí, sus familiares o por otros penados, contándole esta historia. Y si tiene éxito la trama, comienzan a llegarle los giros y certificados con dinero, pues escribirá más veces alegando que hace falta más “materia prima”. Estas cantidades eran recibidas por el propio penado o por personas de su confianza: familiares residentes en la plaza u otros conocidos en la población no reclusa, comentándonos J.J. Relosillas que eran también las “casa de mala nota” los centros receptores de los envíos monetarios….

La lectura completa de este interesante artículo, así como la transcripción del texto de la carta, se puede hacer visitando la página:

http://www.filateliadigital.com/oc.htm

De la colección de José Mª Hernández Ramos (Rusadir).- Ceuta